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Grandeza de espiritu - Francisco de Miranda



Por Lizette Arbelaez J.


Aprendimos en el tiempo escolar que Francisco de Miranda fue el precursor de la independencia de América, nacido en Caracas. Este calificativo se queda corto o disminuye su vida y obra, como lo asegura Alfonso Rumanzo González, que en su biografía lo define como el “Protolíder de la Independencia Americana”.

Francisco de Miranda fue el primero en descifrar y comprender el momento histórico de su tiempo. Se dió cuenta que había llegado la hora de la emancipación americana. Un hombre inteligente, culto, honesto, lleno de energía, con consciencia histórica y dignidad fue nuestro primer americano libre. Escribió 63 grandes cuadernos, llamados Colombeia, un diario y a su vez archivo. Inicia sus diarios desde su patria Venezuela donde a sus veinte años se embarca en La Guaira a Cádiz, como militar, combatirá a los moros en nombre de España en Melilla. Presta sus servicios en Cuba, donde rompe con su cordón umbilical que es España. Su destino lo lleva a enfrentarse con los ingleses por la independencia de Estados Unidos en La Florida.

En Gibraltar se inicia en la francmasonería destino al que llevará a todos los que ostentan el nombre de libertadores de América como lo fueron Simón Bolivar, San Martín, O´Higgins. Organizó la masonería americana. Las logias masónicas se multiplicaban y apoyaban la independencia desde el siglo XVIII.

Viajó por Europa para estudiarlo todo, buen matemático y músico. Asumió el estudio de los diferentes sistemas políticos. Admiró la revolución francesa hasta que se coronó Napoleón. Fue general francés, por ello, se encuentra su nombre inscrito en el Arco del Triunfo. Admirador de Colón por lo cual reenombra a América con su nombre: Colombia, Mundo Nuevo para la Libertad.

Miranda es oceánico en la misma calidad en que Simón Bolivar, el continuador y vencedor final, es hombre de tierra. En Iberoamérica el gran destino, cabalgante en los siglos XVIII y XIX, le correspondió a Francisco de Miranda antes que a todos.

Las mujeres lo amaban y él seguro que amó a la mujer genérica. Yo puedo entender el amor intenso que despierta en Jennifer Soler la figura de Miranda. Uno de los tomos de su archivo contiene únicamente cartas de las mujeres que se enamoraron de él; y en su diario aparecen numerosos datos de triviales relaciones suyas. Hasta la zarina Catalina II, la grande de Rusia lo protegió en momentos cruciales.

Muere de apoplejía en la cárcel de Cádiz, el 14 de julio de 1816, la fecha del aniversario de la toma de La Bastilla. Con toda la grandeza del espíritu, su cadáver, sepultado en el cementerio, fue arrojado en una fosa común en 1870, al ser clausurado el cementerio primitivo e inaugurado uno nuevo en otro punto. La historia sólo lo tiene de procer pero es mucho más.

Biografías
Francisco de Miranda “Protolíder de la independencia americana”
Alfonso Rumanzo González (Ecuador)
Intermedio editores 2006
302 páginas