lunes

BOLERO


por:
Lizette Arbelaez J.

Los últimos programas radiales de Ecos de Hispanoamérica por la 99.2, trasmitidos por Patricia Ghitis y Hugo Carrillo, han motivado que haga alguna referencia a un tema tan enriquecedor y apasionante como El Bolero.

En el momento que estaba escuchando la selección de boleros con historias en la radio recordaba como Yucatán fue uno de sus epicentros. Lo que estaban relatando me transportaba al otro grande que fue Cuba.  La Sonora Matancera y Celio González con el muerto: "Gracias a Dios.  Ya no quiero na´".  A Benny Moré de Santa Isabel de las Lajas, maravilloso.  Tantos otros, cuando cantan :"pasaste a mi lado, con gran indeferencia. Sí vivo 100 años, 100 años pienso en ti".  Todo muy romántico como a lo Pedro Infante o lo A. Solis con Payaso.  Incluso el tenor mexicano Vicente Salinas de los 30´s cantando boleros, ahora tenemos uno muy destacado en Alemania, que tiene un programa para hacer conocer a México, llamado Rolando Villazón (se presentará en Stuttgart, Liederhalle el 05.03.2011).

Muchísimas son las definiciones del bolero que nace de todo un proceso cultural. Las raices de este fenómeno, hoy convertido en género musical, pueden estar en la contradanza europea del siglo XVIII. Una vez migró la música a latinoamérica en forma paralela se desarrollaban el danzón y la trova en la Isla de Cuba, donde uniéndosen en el siglo XIX, se fueron moldeando los principios del bolero. Oficialmente se considera como primera composición “Tristezas” de Pepe Sánchez por el año 1883, que no se parecía en nada a aquel bolero español o denominado así en el siglo XVIII, junto con otras manifestaciones como fandangos y seguidillas.

En los primeros boleros se adapta la estructura de la canción donde se incorpora la guitarra y a veces el cinquillo del caribe, adoptado también por el danzón. Durante el auge del son y el apogeo del danzón, este bolero tradicional, fue parcialmente relegado por no ser bailable, aunque los trovadores cubanos continuaban desarrollando su obra, interpretando desde sus guitarras y sus voces, las más bellas canciones románticas.

Incluso algunos pianistas empezaron a componer boleros con mayores posibilidades expresivas de lo que la guitarra les podía brindar, introduciendo giros melódicos que no permitían más la utilización del cinquillo como instrumento por ser tan rígido. Todo esto va ocurriendo a la vez que se va regando por toda América esta música saliendo de Cuba a la península de Yucatán de donde es originario Hugo Carrillo nuestro companero de la radio.

Grandes compositores mexicanos como Agustín Lara o María Grever contribuyeron a una difusión que incluía hasta los mismos estudios de Hollywood. La música iba y venia con todos los giros, se extendía rápidamente por toda latinoamérica, fusionándose con otros ritmos, incluso con el blues o el jazz, con letras amorosas e intimistas y así floreciendo los más tiernos sentimientos que eran traducidos en serenatas. A su vez se empezaron a hacer los primeros boleros bailables que permitían a las parejas alternar con un ritmo más lento pudiendo respirar de un cha cha cha.

Poetas se inspiran en boleros pero también de los poemas han salido boleros escuchamos los de Ruben Dario, Amado Nervo, Jose Asuncion Silva, Jose Marti y de mujeres como la argentina Alfonsina Storni, la chilena Gabriela Mistral, las uruguayas Delmira Agustini, Eugenia Vaz, Juana de Ibarbourou, la boliviana Adela Zamudio, la puertoriqueña Julieta de Burgos y otros.

Las mujeres no han sido tan conocidas en este género aunque ya hemos hecho referencia a Maria Grever, es imposible omitir a Isolina Carrillo, Martha Valdés, Tania Castellamos, Gina León, Elena Burke, Omara Portuondo. Por supuesto la reina del bolero, Olga Guillot, que falleció hace un par de meses, de quien se podría escribir un libro, sumado a la relación que tuvo con René Touzet uno de los grandes del bolero, tan solo fue conocerlo y le dijo que quería un hijo con él, así fué, teniendo así a su única hija.

Inolvidables de Olga Guillet son “Miénteme”, que se han vendido millones, rompiendo el mito de que las mujeres no venden boleros y otro conocido es “Tu me acostumbraste”. Hoy me causa admiración como canta la española Luz Casal, pasando de lo que suele cantar a un CD de boleros llamados “La Pasión”, una producción impecable, la cual recomiendo.

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